Un paseo dominical 

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No hay nada más bonito que llegar a la sucursal de la Zona Rosa (Estocolmo número 29, col. Juárez, alcaldía Cuauhtémoc) de El Pescadito y encontrar sus mesas vacías. Ser los únicos comensales tiene sus ventajas: los tacos (Tacotote, Tacochango, Quesotote) son despachados de forma rauda y generosa, la barra de los aderezos, las salsas y los limones está limpia, la música que programan suena a un volumen adecuado, los postres (flanes napolitanos) saben más sabrosos. No hay nada más bonito que salir de la taquería con el estómago lleno y ver las mesas han comenzado a poblarse de clientes. 

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Caminamos –Aliz y yo– por el Paseo de la Reforma y observamos a lxs ciclistas, lxs patinadorxs, lxs corredorxs (muchos de los corredores van con el torso desnudo) y lxs patinetxs que la recorren a gran velocidad. Llegamos a la glorieta que es engalanada por la Fuente de la Diana Cazadora. Hace unas horas escuché en un noticiero del Canal 40 que habría una actividad enfocada al cuidado del medio ambiente y una función de lucha libre en algún punto de este lugar. Por un minuto pienso que me tomaron el pelo, pues no veo nada. Damos unos cuantos pasos y vemos un cuadrilátero en cuyo perímetro hay algunas personas, varios oficiales, un camarógrafo y un par de carpas. Lo que ahí se desarrolla es muy triste: no hay acciones contra el cambio climático, no hay luchadores, no hay llaves, no hay topes desde la tercera cuerda, no hay una sombra que resguarde al respetable contra los rayos del inclemente sol. En la lona del ring hay un comediante rostizándose. Lo escucho unos segundos y sus chistes me provocan asco: “Le das un nopal a un estudiante del Politécnico y qué te hace, pues una casa, agüevo […] tenemos a un hermano al que le decimos las enchiladas suizas del Sanborns porque es el especial de la casa”.  

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En una de las áreas verdes que rodean al Ángel de la Independencia ha comenzado a reunirse un singular grupo de personas. Todas ellas (un 95%) son parte de la ARMY de BTS. El ambiente es agradable, o el propicio para su sexta reunión masiva: se intercambian photocards, se presumen las playeras del grupo de K-pop más importante de la historia, se agitan los light sticks, se bailan (aunque la música no se escucha muy fuerte) sus mejores canciones, se saludan a las viejas amistades. Nos detenemos unos minutos, tomamos algunas fotografías y seguimos nuestro andar. 

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La calle de Hamburgo cuenta con negocios nuevos y viejos. Uno de los nuevos es una sucia y sombría tienda que vende toda clase de productos (alimentos, bebidas, discos compactos, posters, playeras) del Lejano Oriente. Hay cosas bonitas, baratas y algo útiles. Nos quedamos con las ganas de comprar, ya que no traemos bolsa y no podríamos ingresarlas al lugar que vamos a visitar más tarde. Uno de los viejos es la cafebrería El Péndulo (número 126 de la calle referida, col. Juárez, alcaldía Cuauhtémoc). Nos da mucho gusto ver en la mesa de novedades el más reciente libro de nuestra amiga Oliva Teroba: Dinero y escritura, México, Sexto Piso (Narrativa), 2024, 140 pp. Adquirimos un ejemplar y regresamos a las asoleadas calles de la ciudad. 

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Hay mucha gente en el Museo del Chocolate (Milán número 45, col. Juárez) y en la heladería Casa Morgana (número 36 de la calle referida). Por esa razón no les puedo contar de las delicias que venden en ambos sitios. Dejamos nuestras huellas en General Prim, Abraham González y Atenas. Nos detenemos un instante frente a las ruinas de El Patio (Atenas número 9). Debajo de todo ese cascajo yace una parte importante de la historia de la vida nocturna y la cultura popular del siglo XX de la Urbe Más Contaminada del Mundo. Sus noches de esplendor se han transformado en un montón de tabiques, polvo y basura. Hay cuatro fechas que explican lo que ahora contemplamos: el martes 12 de octubre de 1938, cuando se inaugura; el año de 1994, cuando se realizan los últimos eventos (se dice que fue José José el último que cantó ahí; se dice que fue Lupita D’Alessio la última que cantó ahí); el viernes 24 de mayo de 2024, cuando se incendia; el lunes 3 de junio de 2024, cuando colapsa la estructura. 

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Aliz revisa su celular. Nada. Pasa el tiempo y nada. Caminamos al Teatro Metropólitan (Independencia número 90, col. Centro). Hay decenas de personas (80% son jóvenes) que comienzan a ingresar a la sexta edición presencial del K-pop Cover Dance Festival. Aliz revisa su celular. Esperamos. Llega su amigo Edgar y minutos más tarde su amiga Karen. Ingresamos al recinto y una amable señorita nos conduce a nuestros asientos. 

Comienza el evento. El conductor del mismo es Christian Burgos (no llevaba mi libreta, mi pluma fuente y mis lentes. Tomé varias notas en una aplicación que había descargado en mi celular. La tecnología y la ceguera me juegan una mala broma: las notas son puras secuencias alfanuméricas. Por lo anterior hay varios datos que no recuerdo o que debo adivinar. Cuando sea el caso lo señalaré del siguiente modo: [?]) que señala que en breve se presentarán los 15 finalistas que fueron seleccionados de un total de 460 participantes. El conductor interactúa con el público y propone el nombre Nation Fan [?] para definir a los y las mexicanas que son seguidores del K-pop (la propuesta es recibida con frialdad). Más tarde el Embajador de la República de Corea, el excelentísimo Huh Tae Wa, da unas palabras de agradecimiento. Cuando concluye el conductor señala a los integrantes del jurado: Woo Pyo Jun, Director del Centro Cultural Coreano en México; Ho-jin Chu, [?]; Paola Velis, Ocesa, y la forma en que se calificarán a los concursantes: coreografía y coordinación (40%), presencia escénica (30%), vestuario (30% [?]). Antes de iniciar la competencia algunos integrantes de los grupos hacen una pequeña presentación que es ovacionada.    

¿Qué es el cover dance? Una respuesta muy sencilla sería la siguiente: es cuando una o varias personas se reúnen con la finalidad de replicar, complementar o enriquecer una coreografía de un artista o un grupo (en este caso de K-pop). Los que participan en esta actividad pueden usar cualquier ropa o invertir dinero para recrear el vestuario de los artistas y los grupos. El cover dance puede ser un pasatiempo, una actividad lúdica, una pasión, un estilo de vida, una forma de obtener un ingreso, una manera de ganar algún premio.

¿Quiénes son los 15 finalistas?

GrupoEntidadIntegrantesCanción y grupo
WOLFGANGOaxaca 8“Hala Hala” de ATEEZ
DOLLHOUSE DC CDMX“Favorite (Vampire)” de NCT 127
Kosmos DC CDMX “Drama” de Aespa
ZEKKEIJalisco8“Crazy Form” de ATEEZ
The One Querétaro7“90’s Love” de NTC U
PyxlightCDMX6“Born To Be” de ITZY
P!NK SHOTCDMX5“Magnetic” de Illit
AIO CREW CDMX“Devil By The Widow”, de TXT
Our SeasonCDMX5“Dash” de Nmixx
FT CREWMonterrey4“Cake” de KARD
SKILL DANCEQuerétaro5“0X1=LOVESONG (I Know I Love You)” de TXT
Convictus Crew CDMX6“Get A Guitar” de Riize
BLACK DIAMONDSOaxaca6“Batter Up” de BabyMonster

Para hacer más extenso el evento el conductor hace una encuesta. Para ello le pregunta a un asistente cuál es su grupo de K-pop favorito. La persona seleccionada grita el nombre y el público grita fuerte o muy fuerte. Después se presentan los ñultimos dos grupos. 

OPTIMUM DANCE COVERQuerétaro4“Midas Touch” de Kiss of Life
2getherCDMX5“Super Lady” de (G)I-DLE

Terminan las presentaciones. Mientras el jurado delibera se muestran unos videos promocionales de Corea del Sur y algunos videoclips. El calor es insoportable y ocasionalmente me llega un aroma a mugre, orines de gato y perfume corriente, ¿sabrá Dios cuándo fue la última vez que le hicieron una buena limpieza a este lugar? Me siento un poco decepcionado. Pensé que la competencia estaría más reñida, pero desde que vi en el escenario a ZEKKEI supe que serían los ganadores (no dejo de pensar que algunos de ellos son bailarines profesionales, o que llevan muchísimos años practicando), y vi al resto de las y los competidores con poco ánimo (en términos generales bailan bien y usan vestuarios interesantes en los que prevalecen los colores blanco, negro, rojo y azul). A ratos me sentía como cuando iba a los festivales escolares de mis sobrinos. Casi siempre pasaban al principio, y como me sentaba hasta adelante debía quedarme a ver a los bailables del resto de los grupos. El jurado sigue deliberando y Jay Kim de 1Million Dance Studio sube al escenario y mueve su cuerpo como si las contracturas fueran un mito. El jurado ha votado y mientras su veredicto se escribe, imprime y sella el conductor entrevista a Jay Kim: le gusta el país, qué se le complica más a la hora de aprender el idioma español, cómo se hizo coreógrafo, qué piensa del evento… El tiempo sigue y es hora de darles su dinero, medallas y trofeos a los que obtengan el segundo y tercer lugar, y una gran noticia y un trofeo y unas medallas a los que sean acreedores al primero: 

LugarGrupoEntrega
OPTIMUM DANCE COVERWoo Pyo Jun
2Convictus Crew Carlos Ramírez Sámano 
1ZEKKEIHuh Tae Wa

Hay fotos, aplausos, gritos y porras. El personal (o los voluntarios) abren piadosamente una de las puertas de emergencia y por ella regresamos a la fresca calle. Brevemente hablamos de los que acabamos de ver. Pienso que no es muy difícil ganar el viaje. Comienzo a creerlo y casi me puedo ver en las limpias y modernas calles de Corea del Sur saludando a la inigualable IU, sonriéndole a la guapísima Rosé de Blackpink, pidiéndoles un autógrafo a las talentosísimas Le Sserafim y cantando las canciones de TWICE: “I wanna know, know, know, know / What is love?”

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La tarde cae lenta, fresca y bella sobre la Ciudad de México. Seguimos caminando. Admiramos la imagen urbana vespertina de la calle Artículo 123. Damos vuelta a la izquierda en Bucareli y llegamos al Café La Habana (Morelos número 62). El lugar es agradable, los alimentos (tacos dorados de pollo, enchiladas verdes con pollo) sabrosos y las bebidas (aguas de limón y piña) refrescantes y no muy dulces. Mis ojos recorren cada rincón. Quisiera ver por un segundo a Roberto Bolaño o al protagonista de Los detectives salvajes. Ambos estuvieron aquí y sé que su esencia permanecerá en este lugar que es una de las joyas del rumbo. La colonia Juárez está llena de contrastes: modernos edificios, predios a punto de derrumbarse, miles de norteamericanos inflando los precios de las rentas, miles de personas en situación de calle haciendo evidente la pobreza, aroma a mierda, aroma a pan horneado. Pedimos un par de cafés cubanos y una concha con natas y una rebanada de pastel de tres leches. Pagamos la cuenta y salimos a la noche del eterno Distrito Federal. Mientras esperamos a que las luces de los semáforos se tornen rojas veo pasar a Roberto Bolaño y Arturo Belano. Se detienen afuera de la cafetería y encienden un par de cigarrillos mientras hablan de la poesía de Efrén Rebolledo. Los saludos y me sonríen. 

A veces la Ciudad de los Palacios nos regala domingos muy bonitos. 

Hoy fue uno de ellos.  

Pedro Sánchez 

Texto y fotos

Junio 16, 2024

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